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Tapenade de aceitunas negras y kalamata
2004. El tapenade de aceitunas negras y kalamata
Aunque soy cocinero aficionado, nunca he estudiado cocina, más que muchos cursos cortos. Estoy seguro que más adelante veré la manera de hacer de este conocimiento empírico, uno académico. Pero tengo otros estudios, unos de ingeniería que son en parte los que respaldan el oficio que llevo hoy día en el departamento de compras de una empresa de proyectos. Fue en el 2003 que terminé mi carrera, y fue en el 2004 cuando empecé a trabajar. En ese mundo que es el laboral, comienza el umbral en el que dejas de ser un estudiante con pocas pretensiones, muchas vacaciones y vida sin mayores responsabilidades que las de pasar tus materias, a ser un asalariado, con muchas menos vacaciones y con el placer de descubrir cuál es el oficio que desempeñarás después de haber estudiado.
Todo tiene sus pro y sus contra. Yo como siempre he sido bastante positivo, prefiero quedarme con la idea de disfrutar las nuevas etapas, y al saberme asalariado, sabía que una de las tantas buenas noticias, es que podía salir a descubrir el mundo gastronómico de Caracas con mis amigos y darme algunos lujos. Recuerdo que así fue como descubrí el tapenade de aceitunas. En muchos restaurantes, era usual que mientras seleccionabas el plato del menú que ibas a pedir, te traían una pastita negra con variedad de panes, para levantar el apetito. Como siempre he sido un gran adicto de las aceitunas, el sabor de esa pastita (del tapenade), lo que hacía era incrementar las ganas de tragar. Así que me di cuenta, que no podía depender más de esas pequeñas muestras de los restaurantes y que si quería disfrutar a pleno, tenía que ser cantidad de tapenade.
Fue en el 2009, que mi querida amiga Grace, me enseñó a prepararlo muchos (o sea 5 años pasaron sufriendo las gotas de ese dip, pero siempre queriendo más). Con el tiempo fui leyendo sobre que otros ingredientes se le agregaba, ya que mi receta original solo se componía de dos tipos de aceitunas. Aquí entonces les dejo la versión que más me gusta del tapenade, para que se animen a hacerlo y a servirlo para picoteo con amigos que vengan a casa! Para mí es adictivo y es una manera de traer a tu hogar pequeños aires de la Provence de Francia. Que los disfruten!
La receta del tapenade de aceitunas
Ingredientes:
1 lata o taza de aceitunas negras escurridas (guardo solo un poquito del jugo)
½ taza de aceitunas moradas o kalamatas
5 hojas de albahaca
2 a 3 tbsp (cucharadas) de aceite de oliva
1 ½ tsp (cucharadita) de pimenta recién molida
1 diente de ajo
Opcional: 2 o 3 lonjas pequeñas de anchoas (yo no le agrego, para hacer mi receta vegana).
¿Qué hago?
Es muy fácil! A las aceitunas les quito las pepas. Pico todo en pedazos pequeños (sobre todo las aceitunas y el ajo).
Luego en una licuadora o procesador pongo las aceitunas, ajo y albahaca. Agrego dos cucharadas de aceite de oliva.
Procedo a licuar, si cuesta un poco, agrego un chorrito del agua de las aceitunas o una cucharada más de aceite de oliva. Igual siempre ve parando la licuadora, revolviendo la mezcla para que se siga procesando hasta que los ingredientes se mezclen bien.
Sirvo en pequeños platitos y acompaño con rodajas de pan, trozos de queso y copas de vino. Es delicioso!
Tip #1: El tapenade es muy variado, puedes intentar un día uno de aceitunas verdes. Si no encuentras aceitunas kalamata o son muy caras, puedes comprar aceitunas moradas.
Tip sabelotodo: El tapenade es un appetizer muy típico que nace en Provence Francia. Es muy común que antes de comer tomes una rodaja de pan y le esparzas esta deliciosa pasta, también hay un pollo horneado que se cocina con tapenade.
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