Acelgas caseras con aceite de oliva y ajo

1988. Acelgas caseras

No todas las recetas de mi casa son herencia libanesa. Mi mamá al igual que yo es una curiosa de aprender cosas diferentes. Esta receta no entiendo bien si fue una ocurrencia de ella, o la aprendió en algún lado, o se la compartió una amiga, o la leyó en una receta. Como sea, nosotros, Jorge y yo la hemos adoptado y nos hace felices cada vez que la comemos. Se ha vuelto parte de mis comidas semanales porque a nosotros mezclar recetas del blog y combinarlas en un bowl o en un plato.

Por eso hoy les traigo una receta sencilla, que no tiene mucha historia, pero que me acompaña desde hace años que conecta mi casa paterna y materna con mi casa actual. Muchas comidas así lo son, están con nosotros durante décadas y no nos cansamos de comerlas, pero hay otras que en cambio nos aburren, o dejamos de consumirlas por razones de alimentación, o quien sabe qué. El tema es que la felicidad de estas acelgas es doble o es triple: además de deliciosas son fáciles y para colmo, saludable.

Espero que las disfruten y espero no haberles subido la expectativa con mi amor a estas acelgas. Mientras se lo piensan o la leen yo les mando un abrazo. 

La receta de las acelgas con aceite de oliva y ajo

Para 4 porciones

Ingredientes:

500 – 600 gramos de acelgas (aproximadamente entre 5 y 6 tallos grandes)

4 dientes de ajo triturados (o puedes usar 2 pero a mi me encanta que sepa mucho a ajo)

1 limón grande o 2 medianos

1 ½ tbsp (cucharada) de aceite de oliva

1 tsp (cucharadita) de sal (puedes usar ½ si comes bajo en sal)

½ tsp (cucharadita) de pimienta molida

¿Qué hago?

1 Lavo bien las acelgas y las corto (tallo y hojas) en trozos pequeños. Las pongo a cocinar en una olla con abundante agua hirviendo por 5 minutos (esta es la textura que me gusta porque queda crujiente, pero si te gustan más blandas cocinalas por 7 a 10 minutos).

2 Las retiro y las cuelo para quitarles el agua. Las pongo en un bowl y agrego ajo, aceite, limón, sal y pimienta.

3 Mezclo bien y sirvo en un plato o bowl. Las como frias o caliente.

Son muy saludables y un acompañante para otras comidas como proteínas vegetales como tofu, coliflor, brócoli, quinoa, seitan, lentejas, entre otros, o incluso para proteínas animales si las consumen como pollo o pescado.

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